En la imagen: Un rico Frío-Frío, para la mañana de hoy. ©Tania Peguero
Una cultura casi desaparecida para aquellos que ya no andan por los lugares donde se distribuyen estas delicias de la calle. —Además que ahora vemos con mas sabiduría lo que puede haber dentro de estos refresquitos— ¿Qué será lo que la gente compra ahora? Mi preferido era el de Chinola, porque cuando se acaba el Frío Frío, solo quedaba el hielito y las semillitas en el fondo, entonces uno se dedica a golpear el vasito suavemente para que cayera todo y luego masticarlo. Ñaca ñaca.
Recuerdo que al frente de donde estudiaba, colocaron una máquina de hacer Yun Yun. Esos vinieron después de los Fríos, pero nunca igual. Porque los Yun Yun’s además de ser de sabores artificiales te podían congelar el cerebro si te los bebías muy rápido.