El viralatus dominicanus pulgosus

El perro viralataFoto: El perro kaky, es la especie canina endémica de dominicana, es el animal más adaptado a nuestra realidad, tiene la astucia y tigueraje necesario para sobrevivir en nuestro país.

Boby, el Perro Kaky Viralata

¡Grrr Jau Jau! Hola ese que ven en la foto soy yo, Boby, el perro kaky viralata, quizás has visto a muchos hermanos míos por ahí de vagabundos por las calles jejeje eso es lo mismo que yo hago, aunque me la busco como un toro, soy lo ma montro del barrio y este es mi territorio así que cuidao Jau Jau! Quien no conoce a un perro de estos, si fuéramos a buscar la raza canina más dominicana, sin lugar a dudas seria la perteneciente a nuestro amigo Boby, el viralata. Quizás es la especie canina con más tigueraje, la más resistente, y definitivamente la que mejor se ha adaptado a nuestra realidad. Los perros kakys están por doquier, quizás no sean considerados de raza o no tengan pedigree, pero para nosotros son los auténticos Viralatus Dominicanus Pulgosus. Esos cuadrúpedos nunca se enferman, contrario a los ñoños chihuahuas, Poodles y cualquier otro perro de lujo. El viralata, también conocido como viratanque sobrevive gracias a la astucia desarrollada en las esquinas y aceras, es un animal totalmente independiente y disfruta enormemente su vida de perro.

La raza del perro dominicano

Boby, como cualquier otro perro de la calle ha desarrollado y afinado aun mas sus sentidos, conoce todo lo que se mueve a su alrededor, lleva una vida de rey y sabe a quién velarle comida y a quién no. Ladra muchísimo, es de esos caninos que desesperan a uno cuando se le antoja con caerle atrás a los carros que pasan, se ha hecho un experto en las persecuciones, para él es un deporte y todo un placer. El perro fue traído a la isla por los españoles y rápidamente se fue adaptando a nuestro clima tropical, al igual que nosotros los viralatas son unos mulatos o mestizos dentro de su amplio mundo de cruces entre razas. Nuestro perro más dominicano adora los basureros, sabe donde están los mejores, siempre los asecha a ver si hay algo nuevo que destapar. También lo vemos en los colmados y colmadones, esperando a que a alguien se le caiga un chin de salami o termine cogiéndole lastima y le tire alguna otra cosa. Siempre están a la defensiva, son altamente confianzudos, no le temen a nadie, no pierden la paciencia como los perros de raza, el viralata se conoce las reglas del juego y se mantiene jugándolo.

Hacen de la suyas

Muchas veces andan en jaurías, es decir junto a otros perros, digamos que salen como si fueran pandillas, salen a pendenciar, ladrar, caerle atrás a motores y a chequear a las perritas de la zona. Por alguna razón adoran comer pampers usados, lo hacen con gusto, además rompen todas las fundas de la basura dejando todo un desastre en el lugar. Podríamos decir que los viratanques son unos desacataos, unos canes sin rumbo alguno, solo buscan alimentarse y vivir recostados o sentados en la acera. No les preocupa donde hacer sus necesidades, se les importa entrar a cualquier jardín o patio y hacer o suyo. Digamos que muchos desarrollan un cariño hacia algún residente de su barrio, pero no es una relación de apego, más bien algo pasajero que procura esperar por algún pedazo de salami o tal vez un hueso de pollo. Los viralatas son únicos, no les son fieles a nadie, andan en la calle fuñendo la paciencia aunque también es un gran defensor de la comunidad, si nota a alguien extraño al barrio, le cae a ladridos hasta que se vaya.

El gran perro Kaky

Es posible que un viralata o perro huevero nunca te haga caso al menos que tengas algo para él. Digamos que lleva una vida autóctona donde él es su propio líder, y su misión es comer lo que haya y acostarse en el asfalto en plena luz del sol. Quizás todas estas cualidades le dé un aspecto de Don Juan, no hay ninguna perra de raza que no se resista al tigueraje y actitud rebelde que puede tener un perro callejero, es simplemente irresistible. «Hey grrrrrr toy tranquilo, pero supe que Susy la perrita de la calle 5 ta en calor, déjame arrancá pa ya a ver que se me pega jajaja» Quizás exageramos en la manera de comparar esta querida especia nuestra con nosotros mismos los humanos, pero es algo que simplemente sucede cuando analizas realmente la vida de estos perros, y la vida de perros que podemos llegar a tener a veces. Nuestro perro Kaky merece un homenaje a la resistencia, un tributo a su libre estilo de vida. Es toda una raza dominicana que nos representa muy bien en el mundo de los cuadrúpedos. Ojala y lo convirtamos algún día en un patrimonio nacional, por ser lo más parecido a nosotros, por estar tan presente siempre, aunque muchas veces le hayamos ignorado.

5 comentarios

  1. es una vivida y conmovedora verdad de los vlt(vira latas) por mi casa hay un vlt, que le dicen «largo» y no precisamente por su tamaño, si no porque cuando te persigue uno le vocea !largo, largo! y entonces se le quedo ese nombre

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