Ayer fue un día atareado para el primer mandatario de nuestra nación. Problemas que solucionar en varios frentes y con personajes bastante controversiales. Primero, Leonel se tomó su tiempo para reunirse con los dirigentes del Partido Reformista. En un inicio, todo saltó a rumores sobre qué discutirían en la casa de gobierno.
Según Diario Libre los reformistas sólo fueron a entregar un documento, donde, «exponen una serie de problemas que afectan al país, entre ellos la inseguridad ciudadana, educación, salud, crisis enérgetica, déficit fiscal, la migración ilegal y el otorgamiento de obras grado a grado y discutieron ampliamente los diversos aspectos de la reforma constitucional que cursa en el Congreso Nacional».
Luego de esa reunión tan acalorada, Wilton Guerrero, el senador de Peravia, llega y arremete con que no esperará bonitas palabras para eliminar de una vez por todas el narcotráfico en el país. Pero todo se quedó en solucionar la disputa que tenía con el Procurador de la República, aspecto que dañaba las investigaciones ante las denuncias de Paya, Baní y de otros sucesos que han venido suscitándose en días recientes. Mientras tanto, nada que ver. Todo se queda en el mismo círculo vicioso.