Puede que sea una maldición, pero andar a pie en nuestro país no es muy divertido. Todos fuimos o somos peatones y uno se encuentra de todo en la calle: cosas curiosas, reflexivas, jocosas… andar a pie es toda una experiencia. Así lo vi en el blog de Demetrix en el día de hoy. Él publica algunas curiosas vivencias en todo un manual que como dominicano, tiene para andar en la calle. Ojo, estos tips van por igual a los extranjeros, para que conozcan cómo el dominicano anda en su propia tierra.
Hay de todo un poco: ver cómo nos apretujamos como hormigas en los autobuses públicos con todo y los sudores del verano infernal que dura todo el año, hacer fila matutina para el taxi, verse discriminado por conductores malhumorados, soportar días de lluvia en donde ni las avenidas son funcionales para caminar (en especial a Santo Domingo, la cual es declarada entre sus habitantes como «La Pequeña Venecia») hacer una «carrera de obstáculos” para andar por la acera; y ni mencionar los personajes con que uno se topa.
Lo decimos, aquí hay de todo un poco. Por eso le sugerimos amigo, amiga lectora con potencial de andar a pie en este país: ármese de todas las habilidades posibles, tenga a mano este manual para no caerse en cualquiera de los hoyos que existen y de las personas que se le peguen. Por eso mencionamos a diestra y siniestra que este es el país de las maravillas.