El futuro secuestrado

El futuro secuestrado A pesar de ser los dominicanos bichos de carácter inmediatista cierto resquemor y desconcierto guardamos ante el futuro, quizás la más lúgubre metáfora de cuan sombrío sería es nuestra incompetencia para dotar de luz la urbe que habitamos. Y qué decir de nuestros hijos, ¿es este el país a heredar por ellos? ¿Les dejaremos a expensas de una jauría de políticos siempre solícitos a devorarles? Vemos con asombro que su niñez ya poco o nada tiene de la candidez y el apocamiento propios de otras épocas. Nuestros hijos son el legado dejado a esta tierra, demás está decir que para ellos queremos el mejor de los futuros posibles pero sabemos que esto es un anhelo utópico pues ciertos peligros ya sempiternos acechan a cada esquina, toda una amenaza potencial para malograr el jardín de su infancia y es que una niñez sin sobresaltos nos traerá una dominicanidad más alegre y digna de vivir.

No dejes para mañana

Tomemos el ejemplo de los niños del asfalto, aquellos que ganan su vida limpiando botas y vidrios, a simple vista una forma rudimentaria de subsistir y la realidad es que pocos aciertan en detectar en dicha actividad todo un caldo de cultivo para delinquir y es que ese niño no se mantendrá ingenuo y con los ojos vendados por siempre. ¿Qué pasa con un joven limpia botas de 16 años que se ve haciendo su trabajo, a un joven de clase media que anda con una exuberante chica, su mirada detectando el moderno BB, etc.? este joven sabe que desde la chica hasta los aparatos le están vedados por su condición de limpia botas y en el momento que esto pasa por su cabeza perdemos a un joven ingenuo y a partir de entonces es todo un resentido social, una persona que tarde o temprano podría matar.

Matemos la indiferencia

Las calles de República Dominicana son coloridas porque nuestro ánimo colectivo está repleto de matices y cada uno es una historia con causa y efecto. Los niños de la calle por solo seguir con este caso, son una muestra bastante representativa, te los encuentras a cada esquina y sin saberlo a pesar de tu indiferencia ellos también forman parte de tu historia. No son tema de campaña, claro votos no suman, pero ya es hora de sacarlos del asfalto que en definitiva no es buen profesor de vida, trabajemos pues para que la calle no sea su escuela.

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