Gracias a la primera entrega de este articulo, ya muchas personas me han hecho saber la rigurosidad de mis juicios usando frases como: «Praxis, ¿porque eres tan pe**@?», o, «Prax, tienes que tratar de entender mejor a los demás, adecuarte y de esa manera hacerte parte de esta sociedad». Es impulsada por comentarios como esos que recientemente me he embarcado en un proyecto de vida para ser más moderada. Este proyecto, debo confesar, me ha llevado a hacer cosas que nunca pensé haría, como hacerme parte de una red social en el Internet. Si, lo sé, ¡Es horrible!, pero bueno, adelante. Y ahora, como parte de mis intenciones de convertirme en una parte “funcional” de la sociedad —pero no demasiado— he decidido hacer un gran esfuerzo y escribir unos cuantos consejitos para este día tan especial. Con el toque que me caracteriza, claro está. —Después no digan que no se les advirtió—.
¡No Regale Rosas!
Considerando la actual situación económica y ambiental, ¡No Regale Rosas! Regale mejor, una mata. Un árbol de lo que sea, ornamental o de alguna fruta o condimento. ¿Por qué? Estas plantas han de durar mucho más que las flores y quizás, hasta más que su relación. Lo que este mundo necesita es más árboles, y ya que ni usted ni su pareja jamás se irían a una jornada de forestación en el interior del país, con este presente pueden sentir que han colaborado de una forma u otra con la causa. Otro beneficio que ofrece este regalo es que según dicen por ahí, las plantas escuchan y reaccionan a lo que le decimos. Piense cuan conveniente seria que su pareja tenga una planta con quien desahogarse – opuesto a la amiga o amigo chismoso – la próxima vez que sean las tres de la mañana y usted no haya regresado a la casa. O, para los que no viven juntos, la próxima vez que usted decida desaparecerse por un fin de semana completo con sus panas.
¡Basta ya con los peluches!
O sea, por favor, que alguien me diga cuál es el propósito de un peluche. Muy lindos los primeros cinco días y después están todos tirados alrededor de la casa. Y siento mucho tener que decirlo, si su novia (por lo general son mujeres las que prefieren ese tipo de regalos) demanda un peluche para este San Valentín o simplemente le gustan esos chismes, trastos o como se les llame, o cuenta con quince años de edad, o peor aún, no importa qué diga su cédula, esa es su edad mental.
Y como el artículo se llama «El Amor en Tiempos de Olla» tengo que hablar del factor dinero. ¿Qué beneficio puede traer un peluche como regalo? En realidad, es un regalo estúpido y sin uso alguno. Ah bueno, perdón, se me olvidaba, los peluches suelen ser inmensamente inflamables, por lo tanto, de gran uso como antorcha cuando su pareja decida quemar todas las fotos de ambos y los recuerditos que usted le había regalado. Pragmatismo ante todo. ¿Ven como todo tiene solución?
Absténgase de la cena en un restaurante caro
Por el bien de su bolsillo, su paz mental, y los malos recuerdos absténgase de ese error. Dada la situación reinante, ¿no cree usted que es más responsable y hasta romántico, diría yo, obsequiar una tarjeta de regalo para una compra en un supermercado? Un regalo como ese muestra cuán juicios@ es usted, y esa es una cualidad que muchos buscan en una pareja. Además, la bendita cena casi siempre termina en intoxicaciones, calorías de más, piques, discusiones (porque uno se dedicó a mirar a la/el chica/o de la mesa de enfrente, etc.) y un gigantesco dolor y sensación de culpa en la persona que paga la cuenta.
«Hacerse el Original»
Además de la compra, —la cual lo ha hecho verse como una persona responsable y juiciosa— usted tiene la oportunidad de «Hacerse el Original», llevando su pareja a tomarse un vinito en el Malecón mientras admiran el atardecer. Romántico y barato. Y en estos días, si tienen suerte, puede que les caiga una romántica y fría lluvia encima. ¡Nada como la lluvia para realzar una velada sentimental!
No espere por San Valentin
Procure ser cariñoso/a, atento/a y considerado/a con su pareja todos los días del año, de esa forma, usted no tendrá que hundirse en el infierno de San Valentín cada Febrero. Y por favor, entiendo que usted se encuentra profundamente enamorado, pero por lo más sagrado que usted tenga, limite los besos y las caricias para la intimidad de su hogar, o lo que sea, siempre y cuando yo no tenga que disfrutar de su amor en la vía pública —eso incluye restaurantes, tiendas, centros comerciales, entre otros—.
Bien, hasta aquí mi pequeña colaboración con todo el cliché y consumismo extremo contaminando la atmosfera, este mes de Febrero. Para los que se preguntan cuál es mi autoridad para emitir estos consejitos de San Valentín, les aclaro que yo tengo ni más ni menos la misma autoridad en el tema que muchos de los escritores en las revistas femeninas y otras publicaciones. Yo cuento con la misma acreditación que los millares de Doctores Corazón, en los periódicos, revistas, radio, televisión e Internet: ¡Ninguna! ¡Feliz Día de San Valentín!
Seguimos con nuestro especial de San Valentín. Nuestra colaboradora Praxis Fernández les da consejitos http://tinyurl.com/bsys44
Muy bien dicho. Está super cómico y es realista. Un abrazo!
Seguimos con nuestro especial de San Valentín. Nuestra colaboradora Praxis Fernández les da consejitos http://tinyurl.com/bsys44
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Dejamer cojer unos consejos. jeje
He disfrutado mucho leer este articulo me parecio inteligente (aunque puede parecer algo sardónico para algunas personas), va directo al punto -el cual comparto-. Tu eres el tipo de persona que no tiene miedo de decir lo piensa y eso es lo te hace grandiosa y especial.
Carpe diem!
Nunca me he reido tanto con la verdad! Gracias a los editores de este site por publicar historias tan provocativas e interesantes.