Diario de Leo y Margó [Página #4]

Leo y MargóQuerido diario… A Doña Margarita no le gusta que yo lleve libros a la cama, sin embargo, hay un lugar en nuestra habitación en el que he logrado establecer mis momentos de lectura sin que me arme un alboroto: el baño. Tengo allí un anaquel de libros convenientemente colocado de modo que pueda tomar uno y poner el otro sin tener que pararme de la taza. La única dificultad está en que este baño, precisamente este, es el preferido de Margó. No hay cosa más desesperante que tomarle el gusto a un capítulo de Las 48 leyes del poder —por ejemplo— y recibir cada 3 minutos un toquecito en la puerta: «Leo, te falta mucho… Leo, que es lo que tú haces… Leo recuérdate de darle a la palanquita…» ¡Por Dios Margó, que desespero! Sí, me falta mucho, es que estoy malito del estomago. Le respondo, cambio la página y continúo Leyendo. Después de la presidencial, no encuentro ninguna otra silla más placentera que esta. — Leo.

8 comentarios

  1. Realmente a Margot hay que asesorarla, la pobre vive desviviendose por Leo y diciendo cosas lindas sobre él, pero Leo cuando escribe, siempre es para atacar a Margot, yo creo que ya que Duarte 101 tiene sus fuentes cercanas, deben decirle que es lo que Leo escribe sobre ella…

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