Para 1998 eran muy pocos quienes poseían una quemadora de CDs, hablar de este aparato era todo un lujo, tener uno era simplemente una sensación. Los CD ROMs que existían solo eran de lectura, para esa época, el disco digital solo era usado exclusivamente para audio, no le veíamos alguna otra aplicación. El hecho de pensar que este formato de alta calidad en años posteriores estaría a disposición de ser utilizado como un simple diskette, es decir, grabaríamos información en el sacándole el mayor de los provechos. Era simplemente una utopía creer que las empresas iban a producir CDs en blanco y otorgarnos a todos la oportunidad de grabar en nuestra propia casa o que se nos viniera en gana. Irónicamente, la destrucción de las disqueras y la industria de la música, así como la piratería general que hoy domina el mundo, recibió un repunte importante gracias a una simple quemadora en nuestros hogares.
La quemadora de CDs
Pero hablemos del impacto que tuvo en nuestras vidas, eso de la piratería ya es algo muy común y quienes la practican son industrias con dispositivos profesionales. La quemadora nos abrió un mundo con enormes posibilidades, gracias a este CD ROM Recordable ―como es llamado― guardábamos, grabábamos y copiábamos toda la data que nos cupiera en él, el CD representó 400 veces el tamaño de un simple disquete de computadora. Con él, el MP3 se propagó, iniciando la era de este formato de música, que era bajado por Internet, pero de alguna manera distribuida por CD o convertida a audio para música. Querer una quemadora en aquella época era disponer de más de 10mil pesos para su compra, considerado hoy como el equivalente a casi 30 mil pesos. Pero esta inversión se recuperaba bastante, ya que quienes adquirieron la suya le sacaban el beneficio instalando en sus hogares una mini fabrica informal de discos, siendo los musicales los más comercializados.
Un negocio casero
Un CD quemado costaba alrededor de 100 a 150 pesos, aunque al principio eran más caros, los copiados eran más económicos, ya que no requería del proceso de selección y combinación de cortes musicales, como ocurría en los CDs mixtos. Recuerdo que mucha gente hasta tenía todo un catalogo de canciones anotadas en hojas, tu solo elegías un máximo de 14 o 16 canciones y ya tenias tu producción favorita y personalizada. Así es, era todo un negocio, conocí de gente que compraba cajas y cajas de CDs en blanco para abastecer su demanda, personas de todas partes deseaban economizarse el costo de un disco original ―alrededor de 400 pesos― además gracias a la magia de la tecnología, podías mandar a hacer tu selección de temas, algo que solo años antes pensarlo era toda una fantasía. Entonces, poco a poco las farmacias, tiendas y hasta colmados comenzaron a comercializar discos en blanco, se popularizó bastante la frase «quémame un CD».
¡Quémame uno!
El negocio culminó cuando ya la tecnología estuvo a disposición de todos, cuando el CD ROM R. se convirtió en un estándar para todas las computadoras. Es ya común y normal que todos copiemos o grabemos algún disco, sea de data o musical. Después de los simples CDs en blanco que solo permitían una grabación, vinieron los regrabables los DVDs ―cuyo almacenamiento fue mucho mayor― y hoy esperamos con ansias por el Blu Ray para darnos la gran vida. Muchas personas vivieron de los ingresos de sus discos quemados, era una entrada segura cuando tenias personas como yo, fanático de la música en todos sus géneros. Hoy ya no se venden, simplemente se dan, no hay oferta ni demanda para mantener ese picoteo, ya no es especial tener una quemadora, todos tienen una. La quemadora ―que ya hasta ese nombre se le ha ido― también ha sido uno de esos dispositivos que nos han cambiado la vida, su impacto fue infinito, grabando a la velocidad más lenta o más rápida, a través del programa Nero o el Easy CD Creator nos dio la oportunidad de conservar nuestra información y adquirir mucha más aumentando nuestro patrimonio. Todavía tengo mis primeros CDs grabados, marca Verbatim, el disco en blanco de mayor calidad y más costoso de aquel entonces.
asi es,… pero los tiempo van cambiando.. VERBATIM eran Morados!! hahaha yo conservo uno todavia
Yo también tenía marca HP CD-Wtiter a 6X que era muy bueno. Llegué a «buscármela» grabando CDs de música.
Los Verbatim originales. Los azul oscuro. Los mejores CDs en blanco de el mundo entero. Aún conservo copias hechas en 2000 y 2001 que funcionan como el primer guandul.
En cambio basura como los Samsung, LG, y demas bazofias se dañan de mirarlos mal.
Inclusive los mismos Verbatim ya vienen en la tipica version plateads/verde claro de todos los demas…
Vermatim (De Mitsubishi)sigue liderando a los medios de grabación (CD y DVD) en blanco.
Mierkole!!!! yo también tengo unos cuantos Verbatim que datan del 2000 y todavía están nítidos, todavía oigo esos mp3 y veo una que otra data en esos Cd’s y no se dañan los malvao!!! que tiempos aquellos, yo también llegué a hacer mis picoteos grabando cd’s de música.
parece que fue ayer.
Yo tenía un negocio en mi casa atento a mi quemadora ―http://cot.ag/clhccj ^RF
"Nostalgia" RT @duarte101: Yo tenía un negocio en mi casa atento a mi quemadora ―http://cot.ag/clhccj ^RF
mi primera fue de 4x 🙂 Iomega y antes de eso llege a comprar cds a 300pesos