
A pura fuerza humana, a veces con dos y tres personas de tracción, otras veces con una sola —todo dependiendo del tamaño y peso de la carga— éstos nacionales haitianos se ganan la vida en la ciudad de Dajabón (RD) y Ounaminthe —Juana Méndez en español— (Haití) trasladando en estas carretillas hechas de metal y gomas de vehículos, toda la mercancía que necesiten los usuarios. Lo sorprendente es la cantidad de carga que pueden llevar estas personas en sus carretillas, a veces, abusando de los límites que pone el cuerpo humano, con el único fin de ganarse la vida honradamente.
