Lo siguiente es la transcripción de un mensaje que envió mi buen amigo y artista plástico Juan Butten por correo electrónico, expresando su sentir por la muerte de quien en vida conocimos como el maestro Carlos Goico.
Ha muerto uno de los más excelsos artistas plásticos de nuestra nación y uno de los máximos representantes del arte moderno en el Caribe. Desde que lo conocí, comprendí que era ante todo un artista comprometido con su propia obra. Llegué a dialogar con él sobre literatura, artes plásticas y sobre la vida misma en la mayoría de las ocasiones que le visité. Si de algo estoy seguro es de que fue un hombre feliz, algo muy difícil de lograr en este tiempo. Fue auténtico, y siempre vivió mucho más satisfecho que cualquiera de esos pintores exitosos que le han vendido su alma al confort y han dejado de realizar arte por artesanía.
Recuerdo aquella tarde del mes de agosto, en que por primera vez visité su taller. Al conocerlo pude percibir en él, que era una de esas pocas personas que irradian de forma diáfana la sinceridad que habita en su interior. Después de aquel primer encuentro fue frecuente visitarlo, casi siempre los viernes. En una ocasión en año nuevo paseando por el Conde me dirigí hacia su taller a felicitarle, recuerdo como si fuera ayer que al verme se sorprendió y me dio un cálido abrazo. Esa noche pensé en que quizás su misma libertad fue quien en reiteradas ocasiones lo llevó a mantenerse sólo, para no contaminarse él ni su obra.
Para poder hablar de su aislamiento de forma adecuada tendríamos que ponernos un poco en sus zapatos. Sabemos que Goico fue uno de los artistas dominicanos más independientes por su comportamiento y su obra como resultado. Sin ninguna duda Goico fue más que nada un solitario. Fue uno de esos artistas que poco a poco su trabajo lo va consumiendo. Vivió su soledad de forma frontal, en ningún momento llegó a sentir miedo de los fantasmas que invadían su memoria. Murió rodeado de su creación; mostrándonos entre líneas y colores su melancolía y su gris nostalgia sobre el lienzo y el papel.
Goico fue un vagabundo siempre fiel a sus principios morales y estéticos y lo demostró en casi todas sus exposiciones individuales y colectivas. Siempre tuvo la necesidad de retratar su propia soledad manifestada en su búsqueda a un nivel profundo como su propio ser. Su legado permanecerá por mucho tiempo y quizás diferente al pasado hoy será puesto en su justa dimensión. Hasta siempre Carlos Goico, hasta siempre maestro.
Pena que Goico (aquél pintor de la calle Sánchez) partiese al más allá. Lean un homenaje de @junihh http://is.gd/1xyVT al artista plástico.
Pena que Goico (aquél pintor de la calle Sánchez) partiese al más allá. Lean un homenaje de @junihh http://is.gd/1xyVT al artista plástico.
http://seadevilworks.blogspot.com/2007/03/goico.html
Nunca olvidarémos ese hombre….