Audio: Tío Alberto, Joan Manuel Serrat. ¡Preferida de Don Pin!
Don Pin es todo un personaje, un viejo de campo que ahora vive en la capital y no termina de tomarle el gusto a la ciudad. Hablar con él es un placer, pues tiene una memoria lúcida, le encanta contar cosas y —paradójicamente— en la última etapa de su vida le sobra el tiempo. Intentaré pasar unos cuantos ratos con Don Pin y resumir aquí nuestros encuentros. ¡Disfrútenlos! (Lean el encuentro anterior.)
Hablando con Don Pin sobre los estudios universitarios me sorprendió con el siguiente análisis. Él sólo completó un séptimo curso, que era el nivel más alto en la escuela de su campo, pero habla de un su séptimo curso como si de una carrera se tratara. De todos modos, se preocupó porque sus seis hijos terminaran el bachillerato y dos de ellos lograron venir a la capital y terminar la universidad: contabilidad y medicina, carreras de verdá, como dice Don Pin. Me contó que en aquellos tiempos había una guagua que iba de Santo Domingo a San José de Ocoa y que cuando llegaban los estudiantes universitarios el pueblo entero —y en especial las muchachas— les esperaban en el parque con algarabía. Pues fíjese ute Rafael —me dice—, antes un estudiante universitario era respetado en su pueblo, si era de término mucho más. Ahora terminar la universidad no sirve de mucho y un bachiller no es la gran cosa. Don Pin tiene toda la razón, el bachillerado de antes (en respeto y valoración) es el máster de hoy.
Dice Don Pin que antes un estudiante universitario de término era respetado en su pueblo. ¿Y ahora? — http://cot.ag/bhUw2P ^RP
Hoy la gente ve la universidad que tan subvaluada que ni el kinder!
Así es Juan José, pero la culpa no la tiene ni la universidad ni el mercado, sino precisamente nosotros los profesionales.