El viernes pasado la jueza de la Junta Central Electoral Aura Celeste Fernández, dio el veredicto menos esperado: inhibirse del proceso, especialmente de asuntos relacionados con el partido en el que su esposo, Guillermo Moreno, es candidato a la presidencia.
Desde meses, se estaba debatiendo si la ley electoral contemplaba que la relación de ambos podría afectar las elecciones. Semanas intensas de declaraciones en la prensa aumentaban la posibilidad de que la jueza renunciaría o su esposo desistiera de su candidatura.
Aunque prohibía la existencia de una relación entre los jueces con los candidatos a modo familiar, la ley electoral era confusa en aspectos como el matrimonio entre candidatos y un representante de la Junta. La decisión de doña Aura pone fin -mientras tanto- a las controvertidas noticias que la población recibía y que ponía en duda la mejor celebración de estos comicios.
Finalmente, dejamos a disposición la actual Ley Electoral, constituída en el 2006 por el Poder Legislativo, para profundizar más este tema y otros relacionados a las elecciones dominicanas.