Desde esta tribuna, saludamos la campaña anticorrupción denominada La Lucha. Auspiciada por un conjunto de gremios que desde algún momento se autodenominaron la «sociedad civil». Al ver una propuesta como ésta, nos llenamos de entusiasmo y de algún modo de esperanzas al entendido de que nuestra sociedad puede dar un paso hacia la pulcritud. No obstante llama la atención darnos cuenta que en nuestro país sólo se entiende como corruptos a los funcionarios públicos y cuando ese tema se enfoca de dicha manera, entonces quedan a oscuras todos los que de algún modo participan del pastel.

Los empresarios que se burlan de sus empleados y de las autoridades, lo que evaden impuestos, los que tienen doble contabilidad, los que patrocinan económicamente a casi todos políticos buscando siempre disfrutar de las mieles del poder, que otorga el gobierno, los empresarios que hacen contratas millonarias con los órganos gubernamentales, sin ningún tipo de licitación y a cambio de un «sácame lo mío», esos también son corruptos. Entonces debemos ser más serios, si vamos a orquestar una campaña anticorrupción, debemos tomar en cuenta a todos los políticos, pero también a los que no lo son, debemos que pregonar la transparencia en todos los rincones, no sólo donde sea más obvio.

Alejandro Correa es Magister en Administración de Empresas, dirigente político y catedrático universitario. En su bitácora personal Alejandro’s Bló, escribe temas personales y profesionales tales como Política, Seguros, Administración, Marketing, Opinión y Otros.

Un comentario

  1. Recuerda que tambien somos Corruptos los que vamos a una oficina pública y le damos a un buscón o a un empleado público para que salten pasos y agilicen el proceso.

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