Análisis político de un Don Nadie

En la imagen: La percepción general de muchos dominicanos es que si no tienes «un carguito» o «un puestico», no eres nadie. ©Corbis

Me pregunto que será de mi país en los próximos 10 años. La tecnología aun no está tan avanzada como para tener una visión palpable de lo que sucederá, así que esas imágenes quedan relegadas a los libros de ficción o a la imaginación de sus autores. Vemos como la corrupción hace de sus alardes y quienes están a cargo de hacer justicia, a conocimiento de lo que esta sucediendo, no someten y solo hacen mucha bulla que luego se traga el olvido.

Vemos un grupo en el que algunos de sus miembros entran a la fuerza a una empresa con el supuesto de pertenecer a la Dirección de Control de Drogas y se cargan con un alijo de dinero robado. Vemos como está de moda los famosos «secuestros expreso» en nuestro país, de los que México tiene el Copyright.

Vemos individuos que se hacen pasar por simples ciudadanos que andan en carros públicos a la espera que alguna victima caiga para atracarles con cuchillos y/o pistolas en mano. Victimas que en ocasiones terminan violadas sexualmente o muy golpadas.

Vemos médicos haciendo el ridículo en actividades de protesta que ya se pasan en número lo que el sentido común dice. Protestas que para nada toman en cuenta otros organismos que están tan necesitados como ellos, como la policia, las enfermeras y los bomberos.

Vemos que ya hasta se mencionan los viajes en yola como si fueran noticias de relleno en los medios y no como noticias de primera, cuando en cada viaje se pierden victimas valiosas para nuestro país.

Vemos como cada día se agregan individuos que «salen debajo de cualquier piedra» presentando sus aspiraciones políticas, que al tiempo terminan saliendo caros a nuestros impuestos a traves del dinero que la Junta Central Electoral les debe otorgar por concepto de campañas.

Y si seguimos viendo, algunos lectores pensarán que con este artículo solo procuro sembrar más el pesimismo, justo la razón que provoca la ola de violencia causada por los que deben hacer su trabajo desde los puestos gubernamentales a los que fueron asignados.

Tenemos un caso palpable y muy importante: La crisis económica mundial. Es extraño que luego de haber explotado hace aproximádamente 6 meses, aun el presidente Leonel Fernandez no se pronuncie ante la misma presentando planes.

Asumamos que parte del plan para enfrentar la crisis sea resultado de las recientes reuniones de la «Cumbre por la Unidad Nacional frente a la Crisis Económica Mundial». En su gobierno anterior el presidente presentó en dos oportunidades planes para fomentar el ahorro en las instituciones gubernamentales —que en lo personal apoyé—, pero como cosas de la vida esos planes pasaron al olvido. ¿Cuáles garantías tenemos los dominicanos de que estos nuevos planes propuestos en la Cumbre se lleven a resultados palpables?.

La Real Academia Española de la Lengua define a pesimismo como «Propensión a ver y juzgar las cosas en su aspecto más desfavorable». La política y la corrupción que en ella encontramos es la causante de esa percepción de las cosas.

Una las artes más viejas —después de la prostitución— lo es la política. Puede parecer extraño, pero se le considera un arte. En nuestro país ese arte se ha ensuciado gracias a «artistas» que se han encargado que con «sus obras» se carguen más deudas y problemas a los dominicanos. Mientras tanto ellos, muy bien… gracias.

Somos muchos los dominicanos que estamos cansados de todo lo que sucede a causa de los políticos corruptos. La forma más rápida de hacerse de un nombre y dinero es por esta via —después de la droga—. Quizás es la razón para que existan tantos partidos políticos. Debido a la cantidad de pelagatos y mediocres metidos en la política es la percepción general de que si no tienes «un carguito» o «un puestico», no eres nadie.

Me molesto muchísimo cuando leo de nuevos casos de corrupción administrativa y el presidente o los gerentes gubernamentales solo voltean la mirada. Es por esta y muchas razones que ser parte de la política para nada es de mi interés. Entonces, este Don Nadie continuará del otro lado de la línea escribiendo «nada», a la espera de «alguien» que haga el trabajo que debe hacer. Si, eso haré.