Uruguay se pone a la cabeza, en Suramérica, en el tan debatido tema del aborto, al aprobar por medio del congreso la despenalización del aborto. Aunque aun hay posibilidades de que la ley sea vetada por el presidente, las organizaciones pro aborto ya lo celebran como una victoria.
Como médico he aprendido a evitar que el dolor de otros me afecte hasta paralizarme, pero con el aborto no me pasa igual. No hay experiencia más espeluznante que la de tener un pequeño cuerpo, en plena formación, sin vida entre tus manos. En los tiempos de mi rotación por el área de maternidad, conocí las caras más diversas del terror de la muerte intrauterina, donde se pretende negar la vida de un corazón que ya late, y un derecho que le compete al ser por el único hecho de existir. Es penoso, que por no vivir tomando en cuenta las responsabilidades que se desprenden de nuestros actos, nos convirtamos en una especie que se extermina a si misma, dañando precisamente a aquellos a los que deberíamos proteger.