A propósito de la explosión

En la imagen: La bola de fuego en las inmediaciones de San Isidro, vista desde un barrio cercano. ©Lord_Mantus

Dentro de la República Dominicana, como alternativa a los combustibles tradicionales, las estaciones de gas son tan frecuentes en nuestras calles como las bancas de apuestas por cada kilómetro cuadrado de nuestra media isla. Los incidentes que ocurrieron en la noche de ayer —donde fuimos uno de los primeros espacios en reportar los sucesos, gracias a los reportes de mucha gente, que lo agradecemos— demuestran que la proliferación de estas plantas, con pobre planificación urbana, son casi bombas atómicas sin activarse aún, a expensa de ciudadanos indefensos.

¿Estamos seguros luego de esta explosión que hasta el momento se consideran ya una decena de heridos? No lo creo y las autoridades están contra el tiempo para regular muchas de esas estaciones que, como mencioné líneas arriba, son perjudiciales para los ciudadanos.