¡Los dominicanos queremos debate!

La semana pasada estuvo cargada -saturada, mejor dicho- de la «propuesta» de debate entre los candidatos presidenciales a las elecciones en mayo agosto, especialmente entre Miguel Vargas y el Primer Mandatario, Leonel Fernández. La propuesta, inicialmente puesta en comillas, viene a raíz de conflictos por supuestas acciones de corrupción que todavía no las entiendo.

Vamos por partes. Un debate es para reflexionar las propuestas que ese candidato o candidata va a implementar desde que gane las elecciones. Por eso es que quiero establecer la diferencia de votar por simpatía popular, en vez de propuestas -como es el panorama que actualmente vemos-. El cuadro actual se ve de la siguiente manera: «ese» es mejor que «el otro» o que un candidato es más malo que el otro.

A esta bizarra situación -como siempre- la opinión pública se disparó y creo una especie de inquietud entre la población, de ver a éstos y los demás candidatos a la presidencia del país enfrentarse en un debate público. Pero con las declaraciones del Presidente Fernández, a mediados de la semana pasada decir que debatir con él o los candidatos opositores es sinónimo de «rebajarse». ¿Cómo así, pues?

El debate le conviene a todo el mundo. Le conviene a los candidatos presidenciales, por establecer más que precedentes democráticos en la República. Pero yo llevo el panorama más allá: los ciudadanos en especial se beneficiarían al ver quién podría ser el candidato idóneo y con las características suficientes para la toma de grandes decisiones, razonando ante temas controversiales.

Yo estoy a favor de un debate íntegro, plural y con cada uno de los candidatos presidenciales. La sociedad dominicana debe de presionar para un debate. Es un compromiso social, un derecho de los ciudadanos por obtener respuesta de quienes elegimos como nuestros representantes. Los medios, la gente debe de cuestionar a los candidatos cuando no estén de acuerdo por un debate, por simples razones aéreas, como las expresadas por Fernández. A todo eso, ¿tendrán los candidatos las ganas de discutir logrando un debate sin precedentes en estas elecciones? Yo espero que sí.