Tormenta Noel: Sobre el sufrimiento de las víctimas y sus familiares

Uno de los grandes retos que tienen los diferentes profesionales de salud mental es cómo ayudar a las víctimas y sus familiares a ponerle nombre al sufrimiento y al dolor que han experimentado por la pérdida de vida de un o varios familiares; la pérdida de sus bienes materiales y el desarraigo de su entorno, que en la mayoría de los casos, los más afectados es la población que vive en condición de pobreza y que palabras de Cristina Nogueira, representante en la República Dominicana de La Organización Panamericana de la Salud (OPS), dice que el desastre de la Tormenta Noel en un 80% del territorio nacional, se puede observar una gran coincidencia con el mapa de pobreza del país.

DamnificadosEn la imágen: Damnificados en un río de San Cristóbal ® AlphaSoftware.

La vulnerabilidad de esta población puede verse afectada por varios tipos de traumas y/o trastornos. Uno de los más estudiados por especialistas en la psicología de desastres es el Trastorno por Stress Postraumático (TEP), que impactará a los individuos de distintas maneras, la cual estará determinada por las experiencias vividas y su personalidad. El profesional de la salud mental utilizará las técnicas que más se adapten a la situación del individuo y/o su familia de acuerdo al enfoque biopsicosocial con el cuál trabaje, y en todo momento primará la ética del respeto hacia víctima, en cuanto a prevenir la victimizaciòn, la dramatización enfermiza y las dudas de que estas personas pueden lograr salir adelante, según sus capacidades física y mentales. En la intervención en crisis el especialista ayuda, acompaña, motiva a la persona, en especial los infantes, adolescentes, ancianos, personas en condiciones especiales como los discapacitados, los enfermos crónicos y los no menos importantes, hombres y mujeres adultos responsables de mantener interrelaciones sanas y satisfactorias para cada uno de los miembros que componen el sistema familiar.

Las intervenciones estarán encaminadas a:

1) Liberar la carga emocional, a reflexionar sobre la experiencia vivida para hacer visibles situaciones de: temor, miedo, fantasías, inseguridad, culpa, ansiedad, pesadillas, desesperanza, entre otros.

2) Motivar a la utilización de los recursos internos de cada persona, los cuáles tienen que ver con la capacidad resiliente o no de enfrentar y ser asertivo en situaciones de crisis;

3) Redimensionar la estructura familiar en cuanto a las funciones y los roles de cada individuo;

4) Activar los recursos externos o red de apoyo familiar y social que les permita integrarse en la reconstrucción de su hábitat, reiniciar el trabajo laboral, educativo, las relaciones interpersonales y de esparcimiento.

El trayecto a corto, mediano y largo plazo tienen que ver con tratamiento farmacológico, prevención de trastornos de personalidad, elaboración del duelo, trastornos del sueño, ansiedad, fobias, depresión, entre otros posibles, y luego dar el alta o continuar el trabajo de seguimiento de las personas para evitar “curitas”. Es una oportunidad que se le brinda al profesional de aprender y aprehender de la experiencia para futuros estudios de investigación que permitan articular trabajos de prevención de este y otros tipos de acontecimientos.

El profesional de la salud mental tiene el compromiso social de fortalecer las instituciones de asistencia sanitarias, de activar los colegios, asociaciones para que asuman un compromisos social y no sólo de “figureo” y prestancia profesional; las universidades y sus escuelas de salud preparar una curricula, no solo para curar sino también para prevenir, de acuerdo a las necesidades de salud del estado dominicano. Dar la voz de alerta al gobierno, políticos y aspirantes a cargos públicos para que trasciendan la inmediatez y pasen a la historia no por el despilfarro, por la soberbia, por la indolencia, sino por sus estrategias de desarrollo en la salud integral de la nación.

Es hora de sembrar, nuevamente, la semilla en tierras más fértiles, estar atentos al crecimiento de la planta para corregir, a tiempo, excesos y malformaciones, a esperar activa y a la vez pacientemente su floración y cosechar los frutos que nos servirán para alimentar el cuerpo y el alma dando gracias a Dios, porque como dice su Palabra:

“…No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”. Isaías 41:10

Aprovechemos la oportunidad de la visión de un pasado que nos reto, un presente cierto y un futuro que nos depare la satisfacción por el trabajo realizado.

Digna Matos es Psicóloga, Terapeuta Familiar y colaboradora de Duarte101.

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