En la imágen: Presa de Tavera desbordada en el 2007. Cortesía de Alejandro CorreaMiércoles, 12 de diciembre del 2007. Los santiagueros y gran parte del Valle del Cibao fueron atemorizados por el poder de la Madre Naturaleza con la sorpresiva crecida del río Yaque del Norte en horas de la madrugada y con otras zonas inundadas como la cuenca del río Yuna. Previo a eso, habían pasado más de 48 horas desde que las autoridades declararon casi en alerta roja a todo el país, por el paso de la Tormenta Noel y las lluvias aún seguían azotando al país.
Un año después, lo ocurrido con la Tormenta Noel, única en su especie por ser fuera de temporada de Huracanes, puso a prueba el sistema de seguridad en materia de desastres naturales —y a sus autoridades por igual—. Cientos murieron ahogados; miles aún sin hogar, gracias a las malas decisiones que se tomaron en su momento. El desagüe de la Presa de Tavera fue el ejemplo que no se debe repetir jamás —y se logró en este 2008, reduciendo el número de víctimas— pero el sentido común es lo que debe prevalecer en momentos como ese. En honor a todos aquellos que perdieron sus vidas, este metroblog sigue recordando momentos trágicos como éste.