
La semana pasada se celebró en la ciudad un evento que, desconozco si para muchos les pasó por desapercibido: la segunda versión de Feria de los Derechos de Personas con Discapacidad, en el Parque Colón de la Zona Colonial. Durante tres días, jóvenes con limitaciones estuvieron mostrando sus talentos para sensibilizar a la población y concienciar a los ciudadanos de que ellos también tienen talento en sus venas y que sencillamente, son seres humanos, de carne y hueso.
Expongo esto en momentos en que muchas entidades celebraron a nivel global el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, días atrás. Y esa búsqueda de conciencia y respeto por estas personas con deficiencias, también se debe de traspolar en el entorno urbano. Muchos discapacitados sufren las terribles condiciones de las aceras, calles e incluso estacionamientos de las ciudades de nuestra media isla, donde poco o nada se respeta el espacio destinado para aquellos ciudadanos ciegos, deficientes mentales o minusválidos en sillas de ruedas, por poner un ejemplo.
Por igual, existen comercios y centros de esparcimiento que no ofrecen facilidades para personas con estas y otras tantas limitaciones. Pero los recursos no existen para estas cosas y ellos, que también desean esparcirse en las urbes de Dominicana con seguiridad, apenas se desplazan en lo que llaman una selva de asfalto y concreto.