En la imagen: Moro de guandules con carne de res, hecho en casa. ©Buttafly_jones
Para el dominicano la comida es un tema prioritario y más cuando se trata de la hora del almuerzo. Los centros de trabajo se paralizan cuando llega el mediodía. Muchos de los empleados se debaten entre si ir a su casas o comprar comida «de la calle». La lucha entre la comidita caliente, el sazón hogareño y los piques de los tapones y el tránsito, se nos presenta a todos a la hora de decidir.
Pero nunca jamás, ningún dominicano de pura cepa, podrá preferir ninguna comida rápida por encima de las habichuelas con olor a recaito, coronando un conconcito dorado, todo esto bañado por la tibieza de la salsa de la carne guisada, como sólo se sabe cocinar por estas tierras.
Se me ha hecho agua la boca con el ultimo parrafo, jaja.
@edna, bueno, tienes tiempo para la cena y comer algo o también un postrecillo de merienda.
mortificador! ya esta bueno!
que abuso, esa foto estamuyyy suculenta, necesito comida ahora, arroz, habichuela y carne bien salseada.
Nelly este post fue una maldad para alguien, alguien que tu sabes lo iba a leer y no tiene acceso a esta comida hasta el fin de semana por lo menos, que mala!!
@Claudia, de verdad que no fue de maldad, sólo me quejaba con Joan de lo mala que estaba la comida de la cafeteria del trabajo y a él se le ocurrió este artículo, hasta a mí me hace sufrir la foto. Fue sin querer queriendo, Jeje.
Plop!