El enfrentamiento público que mantienen El presidente de la Suprema Corte de Justicia y el Procurador General de la República me parece sumamente lamentable, por la siguiente razón: de los tres poderes del estado (ejecutivo, legislativo y judicial), el que más a avanzado en los últimos años es este último (judicial). Sería un desperdicio que por asuntos coyunturales ―el cargo del procurador es político, lo nombra el presidente― se eche por la borda todo lo que se ha logrado. Aquí se validaría la tesis de que los dominicanos caminamos hacia atrás, como el cangrejo.
Actualización: el procurador suavizó el asunto, ahora dice que nunca ha emitido públicamente juicios de valor sobre las decisiones de los tribunales. Muy buen sacón de pata.