Aparentar es un crimen

En el barrio las noches no se viven de forma simple, se viven en-redadas. Un joven común y corriente debe andar con la vista 20-20, no por temor a ser atracado sino por miedo a ser capturado por una patrulla que le trate como delincuente. En pocas palabras: en ausencia del victimario, a la víctima se le trata como si fuese tal.

Redada Mientras que en las partes altas de la ciudad se puede caminar con cierta holgura y despreocupación sobre un asfalto que augura menos desdichas e inoportunos, no se podría decir lo mismo de las partes más bajas. Allí es todo un estigma cainiano vestir fuera del estándar, pues según los criterios de nuestro cuerpo policial, esto es suficiente para poner en evidencia a un delincuente consumado. Quien escribe acostumbra a usar vestimenta casual, pero a su vez uno está consciente de que tanto arriba como abajo, jóvenes al fin, blanco de exógenas tendencias de vestir, siempre este grupo llevará la delantera en cuanto a la iconoclastia del atuendo. En los barrios esta es la razón de ser de las redadas, pues en las mismas tú solo ves a jóvenes con look de basquetbolista o roquero. Como si la predilección hacia un jugador o artista fuese un crimen.

Sumando rayas sin querer

En el barrio las noches no se viven de forma simple, se viven en-redadas. Un joven común y corriente debe andar con la vista 20-20, no por temor a ser atracado sino por miedo a ser capturado por una patrulla que le trate como delincuente. En pocas palabras: en ausencia del victimario, a la víctima se le trata como si fuese tal. Las cárceles son abarrotadas y las camionetas llenas de carne humana hasta el último resquicio cual si fuesen una piara de cerdos llevados al matadero. En Herrera, Las Charles y Villas Agrícolas, así como el día tiene su pan, la noche tiene su cazabe y este sabe a barrotes. La vestimenta que usan puede que salga un poco barata, no obstante, el prejuicio ganado ante la policía resulta un alto precio a pagar, pues tiene como costo la libertad de transitar libremente.

El perjuicio de la duda

En los destacamentos se acostumbra a despachar a estos jóvenes tras amanecer, si la redada fue un domingo, esto hará que muchos de ellos lleguen tarde a su trabajo y si allí se enteran que amaneció preso dicha noticia será germen suficiente para hacer que las malas y hasta buenas lenguas dicten todo un catalogo de insinuantes especulaciones que en el peor de los casos podrían costar hasta el empleo. Y es que a ser sinceros, el estigma de reo, aun así solo sea reo de una noche, abre ventanas de duda al tiempo que cierra las puertas de la chanza de creer en la honestidad de quien por desventura carga con la sospecha. Entonces ¿Cuánto cuesta ser un joven marginado convencional? Miles de yaniqueques, una pinta de Kobe Bryant y desde luego unas cuantas noches en la chirola.

4 comentarios

  1. lo de roquero me lo creo, pero solo los «metaleros» pero ade ahi a que tambien apresen al e aspecto «basquetbolista»? no lo creo. lo que si cabe destacar es el estilo de los hombres el los barrios, estar a la moda implica andar con la vista 20/20 porque «los que visten asi son delincuentes»

  2. WOW todavia estamos en la epoca donde la apariencia vale mas que el contenido?????
    Osea que si una muchacha tiene un tatuaje en la espalda, ya por eso es un cuero?? independientemente de que se graduara de una universidad o no??
    Osea que un muchacho con un arete en la nariz se le define comoun delincuente independientemente de que ese muchacho talvez tenga su propio negocio y este hecando para adelante???
    WOW DE VERDAD QU ESTAMOS ATRAS DEL ULTIMO

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