Es ya parte de la cultura electoral dominicana, al igual que los apagones en los centros de votaciones, los líos entre representantes de partidos, y las impugnaciones y denuncias de fraude del día después. Nuestra vida electoral, con muchos sacrificios y luchas es hoy mucho más organizada que antes, hasta se puede decir que los dominicanos nos hemos adaptado a tiempos que promueven mayor tranquilidad y sosiego para este tipo de eventos. Aunque siempre existen casos lamentables, podemos asegurar que ya el 16 de Mayo no es una fecha asociada al miedo y la incertidumbre, algo que estaba bastante marcado en épocas anteriores. Los candidatos de hoy hacen lo imposible por conseguir ese voto que les asegurará el llegar o mantenerse en el poder. Cada cuatro años vivimos un ambiente electoral fuerte gracias a una agresiva campaña proselitista, situación que crea todas las posibilidades para captar votantes a cualquier precio.
6 años más y después hablamos
En esta ocasión los electos candidatos congresionales y municipales se mantendrán por 6 años, un periodo anormal ―el primero de esa cantidad en la historia― donde muchos han hecho todo lo necesario para asegurarse el triunfo, y a partir del 2016 las elecciones se unificarán nuevamente junto a las presidenciales retornando al tradicional período de 4 años. Quiere esto decir que los elegidos tendrán seguro todo este largo periodo para hacer los cambios que necesita el país, junto a sus diabluras. Digo que mi voto sabe a pica pollo porque una de las muchas artimañas utilizadas para lograr votos era precisamente la repartición de este tipo de comida a muchos indecisos. También algo que ya costumbre y es parte de todo este circo electoral es el pago del pasaje y traslado de votantes por parte del candidato a su demarcación, cientos de personas son llevadas cómodamente a sus colegios electorales para ejercer el voto, lógicamente toda esta atención por parte del candidato tiene su precio: su voto.
Un voto comprado
Que el voto sea inducido o «promovido» a base de comidas, dinero, promesas de empleo, becas, y alguna que otra botellita es algo que lamentablemente es parte de nuestro diario vivir cada 4 años. El clientelismo se crece en estos días, y aunque ya todo está hecho y derrochado, los ganadores preparan la manera de acomodar todo lo que prometieron, junto a las personas que apoyaron su causa. En República Dominicana el voto sabe más a miseria que a democracia, es en estos tiempos donde evidenciamos que la clase política de nuestro país siempre estará beneficiada con la pobreza sostenida que ellos mismos mantienen y no mejoran. Es penoso ver también como por apenas un pica pollo, o mil pesos, alguien vende su alma y conciencia a los intereses y propósitos personales de alguien, que a partir de que es elegido no vuelve a abrazar doñas ni cargar muchachitos jamás, ¡hasta las próximas elecciones! Muchos son usados y engañados vilmente solo para colocar en un puesto a alguien. Lo necesario es entonces educar e instruir a nuestros ciudadanos a valorar ese papelito que marcamos, el cual representa la sangre de muchos y el coraje de otros. Más que movimientos alternos que buscan llamar la atención, nuestro país necesita con urgencia de reales grupos sociales que movilicen y manejen personas dispuestas a concienciar a los necesitados de la importancia que tiene el voto como la real voz que tenemos todos para hacernos valer.
Mi voto sabe a Pica Pollo — http://ow.ly/1LXHF ^AM #eleccionesrd #votard #fb
RT @duarte101 Mi voto sabe a Pica Pollo — http://ow.ly/1LXHF ^AM #eleccionesrd #votard #fb
Sabe a miseria y no a democracia RT @duarte101: Mi voto sabe a Pica Pollo — http://ow.ly/1LXHF ^AM #eleccionesrd #votard #fb
RT @Duarte101: http://tinyurl.com/2wms4yf ….. Mi Voto sabe a Pica Pollo