A ti, que has pasado más tiempo en hoya que la yuca mala de ablandar, tú que ignoras quien es John Maynard Keynes o Milton Friedman pero que sin embargo padeces las consecuencias de sus teorías económicas. Has hecho de conseguir un trabajo toda una odisea, una utopía quizás y mírate que ahí estás todavía, forzado a la vagancia no por libre albedrio sino por circunstancias que te son ajenas pero bien propios que te caen los boches que te echa tu mamá. Hay una fulana que está por ti, la viste y piensas que no se ve mal pero en tu fuero interno solo dices: no hay presupuesto para sacarla. La pobre al ver cómo te le escurres, ha llegado a pensar que te gusta la carne de cocote.
De ocupación en el limbo
Te dan igual las estadísticas económicas pues según estas si tu vecino gana 200,000 divididos entre tú y él a ti te tocan cien cuando lo cierto es que estás jalando más aire que un gaseoducto. Recuerdas con fuertes vestigios de nostalgia tu primer y hasta la fecha único trabajo, lo conseguiste a través de un amigo y cuando a él se le ocurrió la imprudencia de colgar los tenis, un par de meses después a ti te liquidaron y con ello tus expectativas inmediatas de dizque crecer en la empresa, ¡pero qué va! Si ellos te abortaron. Con tal de conseguir un par de pesos tu cabeza ha sopesado unas cuantas innovadoras ideas como la de poner un carrito de hamburguesas, ―que original― pero se te había olvidado que el dinero solo va donde hay dinero. A Pedro el prestamista no le duele tu desgracia.
Las palomas solo van donde hay pan
Sin empleo ni padrinos, viviendo aun a costilla de tu vieja y sin ganas de convertirte en gigoló, sigues pasándote el tiempo enviando currículos vía correo electrónico y la fatídica frase «Nosotros te llamamos» es la melodía de tu pesadilla más soñada. Ahora bien, no todo está perdido, mira como ciertos buenos para nada se han metido a políticos y a decir verdad no les ha ido nada mal, también puedes intentar meterte a presentador de televisión pues el mínimo de neuronas requerido tú lo superas con creces. Sé que tu moral te impedirá meterte a testaferro de narcotraficantes tal como lo ha hecho cierto joven hoy día muy pudiente, así que viejo piensa bien en las dos alternativas que te he presentado, suerte.
Carta pública a un debaratao ― http://cot.ag/8XvdbU ^RF