Cómo el mito del niño bueno promueve la delincuencia

Foto: ¿hasta qué punto un error de enfoque producto de nuestra ingenuidad nos puede estar llevando a fomentar la delincuencia juvenil?

Un tópico viejo pero actual

Otra vez sobre el tapete el tema de la delincuencia juvenil, a propósito del escándalo de los taxistas, pero en realidad hay que decir que son miles los menores que con pistolas a cintura salen según ellos a ganarse la vida, quien escribe fue hace dos años asaltado por dos adolescentes, uno de ellos apuntó con su pistola a mi cráneo, afortunadamente hoy vivo para contarlo. El problema aquí es que hay un tabú sobre el grado de raciocinio de un adolescente y es que los padres siempre tienden a idealizar a sus hijos viéndoles incapaces de perpetrar el mal, esa misma actitud es asumida por las autoridades responsables de elaborar políticas públicas que vayan en detrimento del auge de la delincuencia juvenil. Juristas, sociólogos, psicólogos y líderes comunitarios tienden a conceptualizar a niños y adolescentes como seres faltos de formación para tomar decisiones, lo cual es un mito.

Gandios desde chiquitos

Aquel dicho que reza que los niños ya nacen sabiendo es un refrán ameno para ir haciendo llegar esta teoría sobre un tema tan manoseado y lamentablemente mal enfocado. Más y más dominicanos seguirán siendo víctimas mientras nosotros no aceptemos que a sus trece años Luisito ya puede ser consciente de que tal o cual acción emprendida por él es capaz de afectar a otra persona. Y en la práctica lo que ocurre es que precisamente ese afán de resguardar a nuestros hijos de todo mal es lo que les empuja a delinquir, paso a explicar: a sus 13 años, Luis sabe que su madre le cree incapaz de ciertas cosas pero no solo eso, también se siente protegido por el resto de la sociedad pues todos creen que a esa edad él no puede tener consciencia de sus actos: dicho discurso crea al delincuente perfecto. Sigamos.

Se aprovechan de nuestra ingenuidad

El mito del adolescente ingenuo es el caldo de cultivo idóneo para llevar a un joven de esa edad a dejar de ser ingenuo: bueno en verdad lo que pasa es que con el paso del tiempo el proceso de madurez se hace más precoz. Muchos sociólogos son incapaces de juzgar a una joven que ha quedado embarazada a los 17 años, argumentan que la misma ha sido víctima de su inmadurez cuando en verdad la única forma de fomentar una mayor consciencia sobre el embarazo prematuro es inculcar el sentido de responsabilidad propia de sus actos. Lo mismo ocurre con los jóvenes, hay que hacerles ver a una edad más temprana que ellos también son responsables de las consecuencias de sus conductas. La familia en vez de fomentar a un joven idealizado, debe trabajar sobre la base de inculcar la responsabilidad individual desde muy temprana edad.

Un jarabe para la mente

Socialmente hablando es lo mejor por hacer, y es que como afirma el gran historiador Paúl Johnson, una consciencia individual de fuertes convicciones morales es el mejor remedio para la tentación de obrar mal. Decir que la marginalización y la pobreza son catalizadores de la conducta anti social es a su vez neutralizar la cuota de responsabilidad moral de estos jóvenes, en pocas palabras obliterar el antídoto más efectivo: el cargo de consciencia. Ellos fácilmente pueden argumentar: es culpa del sistema mientras que alguien podría responder: si, pero ¿a caso la joven que mataste tiene la culpa de tu desgracia solo por tener un celular que tú no posees?

No es solo República Dominicana

Joseph Heath en su libro lucro sucio toca el tema de cómo fomentar la responsabilidad individual es un factor psicológico que afecta a la economía mientras que Andrés Roemer en su libro economía del crimen nos habla de que cuando la gente se ve eximida de cuotas de responsabilidad moral les será más propenso delinquir. Esto es un llamado a quien quiera tomar medidas sociales efectivas para contrarrestar el auge de este corte de nocivas conductas. Jóvenes en una zona de confort desde la cual pueden lastimar al resto de la sociedad solo porque ellos saben que nosotros no les creemos capaces de tomar decisiones serias a muy temprana edad. Hagamos consciencia, nuestros menores son capaces de madurar cada vez más precoz, Por ello debemos pedirles cuentas, así lo pensarán mucho más a la hora de ir por ahí dispuestos a quitar la vida a otro ser humano.