Los dominicanos somos únicos, somos especiales, así rezaba un buen slogan de la autoría del gran comunicador Yaqui Núñez del Risco, por allá por los 80s. Es posible que mucha de las cosas que comemos, las cosas que hacemos y la que decimos, tengan similitud con otras culturas latinoamericanas, pero la diferencia está en nuestra forma, nuestra manera de combinar, crear y celebrar lo que consideramos nuestro. Siempre que voy al colmado, noto como mucha gente combina a la mítica masita y con el refrescante mabí, y se lo comen como si fuera un combo más de alguna franquicia Fast Food. Esta interesante combinación, de un semi bizcocho en forma circular, junto al refresco natural hecho de raíces le resuelve el hambre a cualquiera, todavía a un precio extremadamente económico.
La MabiSita, ¡la matahambre!
La masita y el mabí (MabiSita) son esos dos símbolos, y paradigmas que un colmadero no puede dejar de tener en su mostrador, aunque no nos damos cuenta, decenas de personas desayunan, comen y hasta cenan con esta popular y sabrosa combinación. La masita, un dulce elaborado en las panaderías a base de harina, azúcar, vainilla y demás ingredientes, es horneada como cualquier pan y con su emblemática forma circular, color marrón y su azúcar por encima es toda una económica tentación que por menos de 10 pesos te jarta el estomago. Por su lado, el maravilloso mabí de Behuco, un refresco de tradición taina, hecho a base de un caldo de raíces es una oferta igual de accesible para ser gratamente complementada con el biscuit dulce que acabamos de describir. Quien no haya probado una de las dos no es considerado dominicano, y quienes han sentido el encantador placer de comer y beber al mismo tiempo ambos productos definitivamente es un dominicano de pura cepa.
Una barata solución
La dieta de quien no puede costear los caros desayunos y las comidas encuentra en esta combinación colmadera una solución de paso a sus necesidades hambrunas de estómagos vacíos. Es la favorita de los obreros, también de muchos laboriosos haitianos, que cada mañana religiosamente van a su colmado preferido y destapan su funda de masita y piden su mabí seibano predilecto. En el caso haitiano lo hacen por una razón elemental: ahorro. La masita y el mabí diario les representan un gasto de no más de 25 pesos, que ya raya el límite del gasto excesivo de su desafiante realidad. El controlar su comida con una masita y un mabí, le aumenta las posibilidades de enviar más dinero a sus familiares al otro lado de la isla, que a través de un sobre (los colmados venden sobre solo por esta situación) son enviados con alguien de suma confianza que les hace llegar el esperado monto a sus familiares.
Ponte timbí de desayuno
Pero volviendo al dulce sabor de la masita y a los gases fermentados del rico y siempre fresco mabí, esta combinación es por muchos considerada como el mejor invento del siglo. Quizás un nutriólogo se arranque la cabeza al saber que muchos utilizan esta merienda como almuerzo diario, pero esa es una cruda realidad que se ve en todos los lugares donde hay un colmado. La masita con su sabor dulzón y su espesa consistencia de harina logra sostener bastante, y si le agregamos la nombrada bebida seibana tendremos en nuestros estómagos los carbohidratos y azucares necesarias para que no nos dé un yeyo cargando un pedazo de block. Aunque quienes más la consumen lo hacen por necesidad, no está mal que un buen día hagamos lo mismo y disfrutemos de un desayuno completamente tradicional y barato que te pondrá la barriga timbí y te ¡dará fuerzas para seguir!
Destapando el hambre temprano ¡La MabiSita! ― http://cot.ag/cwLeZ3 ^RF
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Masita con Mabí, la combinación perfecta ― http://cot.ag/cwLeZ3 ^RF
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RT @duarte101: Masita con Mabí, la combinación perfecta ― http://cot.ag/cwLeZ3 ^RF
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