El único gran milagro de los dominicanos
Que se resuelva el problema eléctrico sería un gran milagro, tener políticos no corruptos un milagro no solo nuestro sino también de toda la humanidad. Hace unos 2000 años y pico que Jesucristo entre sus tantos milagros realizó aquel de convertir el agua en vino, acción que hoy día para muchos resulta polémica, pero nada controversial es el milagro realizado en esta modesta isla: convertir las habichuelas en dulce. Este grano rico en proteínas es el acompañante ideal del arroz blanco y desde tiempos inmemoriales nos viene mostrando otra faceta en cada semana santa. Recuerdo que de niño solía estar pendiente a dicha época del año, claro y ¿cómo no? Pues disfrutaba de un maremágnum de habichuelas con dulce provenientes de todos los vecinos y claro las de mi madre eran las preferidas. Aunque debo añadir que realizar dicho milagro cuesta más o menos unos mil quinientos pesos.
Una costumbre bendecida por el señor
Desde hace unos pocos meses atrás hemos visto la publicidad de una marca de leche enlatada atribuyéndose la exclusividad gastronómica de este plato, pero lo cierto es que desde antes de esa marca irrumpir en nuestro mercado, ya eran muchos los dominicanos con cierta historia de indigestión provocada por un consumo excesivo de habichuelas, recordemos la funesta película La maldición del padre Cardona que trata precisamente ese tema: un pueblo se ha vuelto loco por un problema de indigestión colectiva a causa de unas habichuelas con dulce ya rancias. Yo solía tumbar en buen dominicano las tasas de habichuela con dulce que les tocaban a mis hermanos muy a pesar de saber que un par de correazos era el castigo a recibir, pero que va, la tentación siempre pudo más.
Nunca un grano tan insípido pudo llegar a ser tan dulce
Estamos seguros de que con o sin Carnation si seguirá habiendo habichuelas con dulce, ahora imaginemos una semana santa sin habichuelas, ¿sería igual? Lo dudo, este es un país en el cual cada dominicano ha habituado su paladar en términos cronológicos y cuando nos llega la semana mayor ya la saliva brota de los labios de cada quisqueyano. Es común ver el hijo que desde hace años ya no vive con su madre pero suele visitarle para probar ese sazón tan peculiar con el cual ella doto sus habichuelas. No conozco otro país en el mundo que haga este interesante experimento gastronómico, y creo que mientras los científicos norteamericanos están muy preocupados tratando de congelar la luz, nosotros ya tenemos un logro a exhibir y aunque el menú en semana santa se haga más variado las habichuelas seguirán siendo número uno.
Para los que aun no han comido habichuelas con dulce ―http://cot.ag/buTcNN ^RF
Como yo. . . RT @duarte101: Para los que aun no han comido habichuelas con dulce ―http://cot.ag/buTcNN ^RF
Como yo. . . RT @duarte101: Para los que aun no han comido habichuelas con dulce ―http://cot.ag/buTcNN ^RF
Leyendo: Habichuelas con dulce:"Solo una semana al año y no hace daño" @via Duarte101 http://bit.ly/dpDjXe
Leyendo: Habichuelas con dulce:"Solo una semana al año y no hace daño" @via Duarte101 http://bit.ly/dpDjXe
RT @remolacha: Leyendo: Habichuelas con dulce:"Solo una semana al año y no hace daño" @via Duarte101 http://bit.ly/dpDjXe
RT @remolacha: Leyendo: Habichuelas con dulce:"Solo una semana al año y no hace daño" @via Duarte101 http://bit.ly/dpDjXe
RT @remolacha: Leyendo: Habichuelas con dulce:"Solo una semana al año y no hace daño" @via Duarte101 http://bit.ly/dpDjXe
RT @remolacha: Leyendo: Habichuelas con dulce:"Solo una semana al año y no hace daño" @via Duarte101 http://bit.ly/dpDjXe