[Opina] Detalles del Artículo 30

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Artículo 30En la imagen: Literalmente, el país está dividido en dos con que el aborto sea o no penalizado en el país. ©José Rafael Sosa

Hace unos días, hablamos de la presencia de un bajante en plena Catedral donde evidencia la posición de la Iglesia Católica sobre el controversial Artículo 30 que se quiere publicar en la nueva Constitución que se está creando en el Congreso Nacional. Ante esto, Miguel Spencer, lector asíduo del blog, expone sus comentarios al respecto:

Sobre el Artículo 30 se ha polemizado bastante. Las versiones a favor o en contra no pueden ser más intensas ya sea por sí mismas o por cómo se llegar a reflejar en la cara de sus respectivos oponentes.

Algo que he notado brillar por su ausencia en el discurso (o discursos) sobre el aborto, tanto aquí como en los lugares en los que se llega a debatir, es el punto de vista “economista” del asunto. El punto de vista moral, tiene una característica que le hace tanto de ventaja como de defecto, y es que crea un ruido ensordecedor por donde quiera que pase, terminando por cegar a muchos (me refiero específicamente a la masa de gente desinformada), ante lo que en realidad, a fin de cuentas, es decir, a largo plazo, terminará siendo consecuencia natural de la decisión que se tome sobre abortar o no.

Esa ausencia de discurso “economista”, si bien no escapa de manipulaciones tanto involuntarias como voluntarias (el sólo hecho de apoyar el “derecho” de decisión de la madre, o el “respeto” a la criatura, o la “defensa” de la víctima de violación) esconde un hecho que preocupa a aquellos que sí tienden, o se ven forzados a, o no tienen otra opción de, ver las cosas de manera macroscópica. Entiéndase, los gobiernos, gobernantes, jefes de estado, etc.

Repito lo del discurso “economista”, porque al fin y al cabo el hombre termina siendo un recurso más en esta tierra. El más importante a mi parecer, pero un recurso tanto como el agua, el aire, o el petróleo. Y como recurso se debe de gestionar, y para gestionarlo de manera eficiente hacen falta sendas dosis de economía (esa “ciencia” que busca maximizar el uso de los recursos escasos ante necesidades ilimitadas sin morir en el intento). También el hombre tiene una característica de la cual no se podrá librar jamás: la de ser un animal, un ser vivo, un mamífero como cualquier otro con la única ventaja (la mejor de todas) de que puede hablar, que a la vez también le ha sido de gran desventaja, ya que puede tender a vivir del cuento dado a que al hombre le encantan las historietas.

Si dejamos que el ser humano de rienda suelta (sin reparos) a su instinto animal, estaríamos acostándonos con todo y con todos como los monos. A nadie le es extraño lo difícil que es frenar el deseo sexual. Y por ende, como a ojos vista vivimos en el mundo en que vivimos, es necesario alquilar una parte de la mente en la espera de un más allá celestial y junto a eso apostar gran parte de nuestro precioso recurso tiempo en crear una familia, criar unos hijos, concentrarnos en una sola pareja (maximizar el recurso: pareja, tiempo, esperma, u ovario) en vez de estar con quince a la vez (menos “quality time”, sin contar el desperdicio de esperma, etc.). Si se asegura una buena cosecha humana, se puede estar tranquilo de lograr el cambio generacional treinta años más adelante (aquí entra en juego el largo plazo).

Pero cómo se logra domar a la mente humana a que no se distraiga de los deseos inherentes de su biología y anatomía. Por naturaleza buscamos el interés propio, el amor al prójimo se educa, no se nace con ello. Sino para qué existen las religiones. Y es en las religiones, asumo, que se cuece parte de la ecuación que asegurará ese cambio generacional, que igual se pudiera lograr sin ellas, pero me temo que costaría mucho más. Mi teoría personal y para nada probada es que sin la función de la religión, en este caso de la iglesia que aconseja a sus fieles a tener los hijos que el dios considere, es asegurarle a los gobiernos de turnos las personas necesarias que en el futuro harán el relevo obligado. Sin gente no hay vida, ni avance, ni “progreso”. Supongo que por eso es que la iglesia católica tiene tantas facilidades frente a quien quiera que se suba en la silla gubernamental. Manteniendo sus parroquias limpias de influencias comunistas, liberales, libidinosas, críticas e intelectuales (en plano opuesto a sus doctrinas), logra un aceleramiento reproductivo sustancioso con cara a un futuro de más de lo mismo pero con más seres vivos aún.

Este tema del aborto aguanta más lucubraciones mejor expuestas que ésta que escribo para este blog. A ver quién se pone a leerla claro está. Que ya es una exageración tanto palabrerío para un comentario en un medio online.

5 comentarios

  1. Pues ante todo creo que estamos frente a mal manejo de información. El artículo 30 abarca ciertamente el tema del aborto, sin embargo no sólo se trata de este. Defiende la Vida desde el momento mismo de la concepción, es decir, desde el momento en que el espermatozoide se encuentra con el óvulo y se forma el cigoto. Este cigoto contiene TODA la información genética que va a provocar primero que se dividan las células y que este grupo de células se implante en el endometrio femenino y segundo, que con el transcurrir del tiempo se convierta en un ser humano con todas sus caracteristicas fenotipicas (porque las genotípicas las tiene desde el primer momento de la concepción, que éstas se alteren luego o no ya es otro tema)

    Pero también el artículo 30 se refiere a la NO implementación de la pena de muerte en ningún caso. Y si tomamos en cuenta este último fragmento asociemoslo con la defición de aborto:»interrupción prematura del embarazo que produce la muerte del feto».

    Yo que trabajo en el área de salud y que estudio en una universidad en la cual se enfatiza mucho el entrenamiento en el área de ginecología y obstetricia, veo más de la cuenta los casos de embarazos interrumpidos por acción directa de la madre sobre sí misma. Pero también debo enfatizar que aunque el artículo 30 condene el aborto lo hace sólo por preservar la Vida. Me explico: cada caso médico tiene su esquema de manejo y tratamiento. No es verdad que si llega una paciente con 32 semanas de embarazo, con eclampsia, con convulsiones, se va a dejar morir por preservar la vida del feto. Hay todo un seguimiento para este tipo de pacientes, se toman analíticas, se lleva a cesárea inmediatamente, porque ese es el tratamiento: extraer el feto, así se hace todo lo posible por preservar la supervivencia tanto de la madre como del bebe que es probable que esté sometido a sufrimiento fetal. Ahora, cómo el bebé tiene 32 semanas hay una gran posibilidad de que no sobreviva en sus primeras horas, pero hay un porciento que sí lo hace.

    El término de «aborto terapéutico» es inexacto. Hay evidencias de las consecuencias psicológicas y complicaciones directas que se presentan en una paciente que ha optado por el aborto. Pro-choice… yo diría que pro-death, aún si tiene sólo el tamaño de un alfiler es un ser humano y el respeto a los derechos humanos cuando empieza? cuando somos conscientes? y cuándo es eso? porque hay muchos más viejos que yo que nunca han tenido respeto por nadie, ni siquiera por sí mismos.

    No se si me hago entender, pero el asunto está en que se han enfocado en el sentido moralista del tema y tras esa moral que debemos mostrar todos ante cualquier ser humano, tras ese respeto a la vida, hay razones científicas que lo avalan. El médico está formado para ANTE TODO NO HACER DAÑO, sin importar el tamaño que tenga ese ser humano. Ciertamente todos tenemos ese punto de partida en común.

  2. http://www.bloodymoneyfilm.com

    «Teníamos un plan completo para promover el aborto y lo denominamos ‘educación sexual’. El plan consistía en romper con la inocencia natural de los jóvenes, separarlos de sus padres y sus valores y convertirlos en expertos en sexo en sus propias vidas para que vinieran a nosotros, donde les daríamos pastillas anticonceptivas de baja dosis para que las chicas quedasen embarazadas o condones defectuosos. La meta era de tres a cinco abortos por cada joven entre los 13 y 15 años».

  3. Planteo que el debate, más que como un asunto moral, debe ser enfocado desde un punto de vista científico. Sin embargo -y sé que parecerá una afirmación chocante-, si bien se alude a un debate científico, no será necesariamente un debate médico, sino más bien económico, sociológico y político, como en parte plantea el Sr. Spencer.

    ¿Por qué hago esta afirmación? Sencillo. Como, ciertamente argumenta Laura E., está científicamente comprobado que el cigoto contiene toda la información genética para, en primer lugar, implantarse en el endometrio femenino, y en segundo lugar -salvo intervención directa-, para formar «un ser humano con todas sus características fenotípicas». Y no obstante, el debate continúa. Es decir, en ese aspecto la ciencia médica no nos basta, o al menos, no hasta el momento.

    De igual manera, el argumento «terapeútico» -en el aspecto que a continuación señalo- carece, a mí parecer, de validez, debido a que existe consenso respecto a que, en primer lugar, en caso de complicación médica la vida de la madre, como ser humano actual, prevalece sobre la de la criatura, como ser humano en potencia; y en segundo lugar, si bien podría argumentarse jurídicamente la responsabilidad del médico que así actuare, existen razones de humanidad suficientes para no condenar al médico que, en aras de salvaguardar la vida de la madre y la criatura, provocase indirectamente la muerte de una de éstas, salvo en caso de mala práctica médica.

    Sin embargo, el debate continúa. Entonces, si la ciencia médica, hasta este punto, nos da argumentos científicos suficientes para dar por terminado el debate ¿Por qué continúa? A mí entender, continúa debido a razones políticas y económicas, y en menor grado, a razones sociológicas. Y quiérase o no, lamentable o convenientemente para unos u otros, son razones que, expresadas bajo el argumento de su preferencia (pro-choice o pro-live) marcan la tendencia política y económica internacional actual. Me explico.

    Tarde o temprano, la República Dominicana flexibilizará la postura contenida en la propuesta del artículo 30 al cual nos referimos. Numerosos hechos así lo indican. A modo de ejemplo:

    – Los debates que se dieron para la suscripción de la Convención Interamericana de Derechos Humanos muestra una tendencia a favor del aborto. Tendencia, además, avalada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en su Resolución No.23/. Se me dirá, entonces, estos organismos internacionales no son suficiente para hacer variar la postura de la R. D., sin embargo, yo le respondo, estos organismos están integrados por países vecinos latinoamericanos, los cuales, en mayor o menor grado, apoyan y promueven la postura adoptada en tales organismos; vecinos que, además, son nuestros socios políticos y económicos en un mundo en el que no se admite el aislamiento político.

    – Países como Francia (Ley Veil), Estados Unidos (Sentencia de la Corte Suprema: Roe vs. Wade), Gran Bretaña (Ley de aborto de 1967), España (Ley de 1985, actualmente se discute un proyecto de ley aún más liberal), Alemania (Ley de 1995, tuvo un desarrollo interesante, puesto que antes de la caída del muro de Berlín coexistían dos contradictorias, a favor y en contra), China (Ley de 1975, el panorama varía en este país a partir de los 80’s, debido a la política de control de natalidad), Rusia (Ley de 1995, actualmente se discute su modificación), Japón (se despenalizó en 1948, su última modificación fue por Ley de 1966), Italia (Ley de 1978), Cánada (Ley de 1988), entre otros, tanto legislativa como judicialmente muestran una tendencia similar a favor de la posibilidad de abortar, no sólo en casos especiales, sino en sentido general; y los intereses políticos y económicos de estos países –por más nacionalistas y soberanos que los dominicanos pretendamos ser, y no sólo los dominicanos, sino cualquier país en condiciones similares- influyen a la hora de tomar decisiones tales como el aborto.

    – Otros organismos internacionales, tales como la OMS, Amnistía Internacional, entre otras, han manifestado en numerosas y recientes ocasiones su apoyo a la tendencia pro-abortista actual. Amnistía Internacional varió en el 2004 su postura en contra del aborto que había sostenido durante años. La OMS, perteneciente a la ONU, publicó un Boletín de la Organización Mundial de Salud, en el año 2000, reafirmando su postura.

    Por el momento, no me extiendo más de lo que ya he hecho. Mis más sinceras disculpas por el exceso de palabras, al menos, pretendo haber aportado un elemento nuevo al debate: las tendencias de política y economía internacional influyen en un mundo globalizado.

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