En Duopixel, un blog sobre diseño de información, publicaron el resumen de una reunión que tuvo un diseñador con el director de una asociación de invidentes. Le preguntó que cómo es que logran pedir la parada en el autobús sin preguntar. Esta fue su respuesta:
Su secreto no estaba en sentir las vueltas que daba la combi [autubús], estaba en la textura de la carretera. Ciertas avenidas están ligeramente más levantadas que las calles normales, y cuando un auto las atraviesa lo pueden sentir, también cuentan los topes, y sienten cuando pasan de una avenida (generalmente bien pavimentada) a una calle texturizada con baches.
Muy interesante, lean el artículo completo.