Cuando se presentaron apenas siete declaraciones de bienes ayer lunes, era notable que la mayoría de los funcionarios de alto rango desestimaban la idea de hacer inventario de sus bienes y declarar al fisco qué tanto dinero tienen en su poder.
Ahora, la iniciativa de Julio César Valentín, de la Cámara de Diputados, que presiona a los legisladores que no han publicado sus declaraciones, les retengan sus salarios, parece una decisión al vapor y expresa un comportamiento infantil: si no haces la tarea, no te doy la merienda. Como quiera, cualquier legislador o empleado de alto nivel que no quiera presentar sus bienes, hará lo imposible por no presentarlos. Y el comportamiento de esos que se abstienen, demuestra que hay muchos millonarios por esos predios.