La República Dominicana se ha vendido al mundo como una de las principales potencia de jugadores de Baseball, la segunda para ser más especifico, de la lista que encabezan los Estados Unidos. Sin embargo, cuando examinamos fríamente el desempeño de nuestro país en los campeonatos internacionales, nos damos cuenta de que no quedamos tan bien parados como se espera de una potencia.
Y es que tenemos que ser francos y realistas, en dominicana hay demasiado talento, en este país quien se dispone y emplea todas sus fuerzas para alcanzar una meta, por lo regular lo logra, hay que valorar mucho el empeño y las ganas que se le pone cuando se quiere lograr algo. A pesar de eso, el hablar de una potencia deportiva, va más allá de las estelares actuaciones de los dominicanos en las GL, pues éstas en su mayoría, son derivadas de las necesidades que tienen los jóvenes sumidos en la pobreza y con difícil acceso a la educación.
Si analizásemos la media educacional de los dominicanos en grandes ligas, encontraremos un índice muy bajo, lo que nos mostraría que nuestros peloteros eligieron ese deporte como una «ocupación» y no como una «carrera», que no recibieron ninguna educación, ni mucho menos incentivo, sólo se prepararon para alcanzar dinero y fama. Entonces de lo expuesto podemos concluir que tenemos muy buenos potenciales, pero no tenemos buen sistema de educación física, no tenemos incentivo y ordenes, es por esa razón que nuestra Quisqueya queda avergonzada en las competencias panamericanas, como quedo en el 2003 siendo anfitriones y como quedamos en el 2007 en Río. Entonces, tenemos muchos potenciales, pero no somos potencia.