Los dominicanos somos ñoños con nuestra imagen física, las mujeres viven metidas todo un día en el salón, se ponen rolos, tubi, pinchos y se hacen los más maquiavélicos peinados y peladas existentes en el mundo. Por el otro lado nosotros los hombres también tenemos lo nuestro, quizás no vivimos tanto el estar arriba de nuestra belleza ―al menos que no seamos metrosexuales―. Los hombre dominicanos si somos expertos en darnos mantenimiento, cada 15 días, 1 mes o cualquiera que sea el tiempo pasamos por donde nuestro barbero de confianza y nos damos los cortes o el cerquillo. Es como si le quitáramos el ruedo a un pantalón, como si podáramos un poco un jardín de una casa. Darnos los cortes nos proporciona una sensación de higiene totalmente incomparable.
El corte más económico
Después de tener un cabello largo y descuidado llegando al límite de que los amigos al vernos nos digan: Men dale de comer al barbero, de inmediato recordamos que nuestro cabello crece y necesita de un cariñito. El cerquillo es el corte más barato que pueda haber en barbería alguna, gracias a el volvemos a darle forma a los limites de nuestro cabello, nos arreglamos las patillas y gracias a una navaja nos vuelven a limitar la cobertura de nuestro pelo en nuestra cabeza. Ir a una barbería simplemente a hacerse el cerquillo es algo bastante común, generalmente este servicio cuesta un 40 % de una pelada completa y en muchos lugares incluye una suave y refrescante crema que te pasa tu peluquero favorito. Existen dos tipos de clientes a una barbería, están los normales, aquellos que cada 2 meses se aparecen a darse un tumbe de moños y pelos, y están los recurrentes, esos acicalados y ociosos muchachos que cada semana próximo al fin de semana se realizan una actualización en su cabeza.
Toy pelú déjame pelarme
Los cortes, el cerquillo y cualquier otro detallito que sea menor que una pelada completa representa para muchos una gran muestra de amor propio, además en un mundo marcado por la moda y las tendencias, cientos de peinados, peladas y estilos necesitan de una continua revisión por parte de su autor el querido barbero. Cuando andamos pelú nos vemos descuidados, tirados, como si no nos importara nada, pero ya después de pasar por donde está ese tubo blanco con rojo y azul salimos como nuevos de paquete, fresquecitos incluso sentimos el aire pasar detrás de nuestras orejas. Nos encanta echar vainas, andar siempre bonitos, agradables y aseados, y para muchos el buen corte de pelo es un aditamento vital para socializar con las féminas. Para las chicas que nos quieran comprender mas, el cerquillo es el equivalente a recortarse la punta, con la diferencia que el barbero no nos mata cortándonos demás ya que es solo el borde que dibuja nuestro cabello en su parte inferior. El cerquillo es un buen invento para aquellos que a veces no tienen para pagar la pelada, este da la impresión de organización y le da forma a nuestro pajón, en caso de tener uno. Si estas pelú hoy es el mejor día para ir a darle de comer a tu querido amigo el barbero, ¡hazte tu cerquillo si no tienes mucho dinero!
¿Tas pelú? ¡Pues date los cortes! ― http://cot.ag/co1j6R ^RF