Como el pobre idealiza la riqueza

Hay quienes dicen que ser pobre es más allá de un estatus social, es un estado mental. Para quienes piensan así, el individuo tiene siempre la posibilidad de mejorar su condición de vida y ponen como ejemplo casos célebres como los de J.P. Morgan y Andrew Carnegie, personajes que según la historia comenzando desde cero llegaron a ser los hombres más ricos e influyentes de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Pero vamos a darnos otro baño de pueblo ¿Cuál es la concepción de la riqueza forjada por la clase baja y más baja? ¿Qué entiende el pobre por riqueza? Te sorprendería saber a qué un Guachiman le colocaría el epíteto de rico. ¿Cuáles son los personajes teñidos como rico por este sector? ¿Cuáles son los mitos más comunes sobre la obtención de riqueza andando de boca en boca por los callejones? Pasemos a las respuestas.

Ahorrar es para tacaños

Para el pobre ser rico significa tener una casa o apartamento, un carro y una cuenta bancaria de medio millón o un millón de pesos. Claramente vemos que este parámetro de opulencia se corresponde con el de un individuo de clase media, por ejemplo un Director Creativo de una publicitaria con sueldo de 120,000 mensuales. Si le preguntásemos al mismo si él se cree rico, creo que ya sabemos cuál será su respuesta. Un punto muy determinante en la psicología del bicho de barrio concerniente a este tópico es: sencillamente tener todos los millones para gastar pues en verdad ese es el sueño del pobre hecho realidad gastar no ahorrar. Es posible que esa sea la razón por la cual se deja la llave botando agua, el bombillo innecesariamente encendido. Ósea que el derrochador vendría siendo como un Ted Turner frustrado, alguien que ensaya a ser rico.

Ricos en supercherías

En el barrio el rico más común es el pelotero, un pobre diablo que de la noche a la mañana gracias a la alquímica apoteosis de una firma pasa a tener carro, apartamento y pila de mamotas. Otro seria el individuo que se sacó el loto y por último nos encontramos con el político, dicho arquetipo está muy bien infundado pues la casi totalidad de los políticos actuales provienen de barrios populares, algo que ellos prefieren olvidar. Sobre los mitos de cómo llegar a ser rico, tenemos aun circulando el mito del pacto con el diablo o el bacá, muy mencionado por los viejos. Entre los jóvenes circula mucho el mito del tumbe, es decir fulano metió al medio a un ingeniero o mengano se robo unos materiales que luego vendió. He ahí la riqueza idealizada por los pobres. Falta por ver como el rico idealiza la pobreza.